martes, 7 de julio de 2009

¿Dónde quedaron los supuestos beneficios del neoliberalismo?

http://www.ryanair.com/site/ES/inpage.php?partner=CONSUMER

La misma página que os adjunto lo dice todo... y es tan sólo un claro ejemplo, de que la política neoliberal, el libre mercado, no funciona tal y como idílicamente nos contaron. No son los productores mas baratos y/o de mejor servicio los que obtienen el mejor beneficio, sino aquellos que con mejor publicidad y capital, consiguen instaurarse en las vidas de las personas, viéndolas como simples consumidores.

Y el problema se encuentra en la falta de transparencia y de vías objetivas que ofrezcan a las personas, los datos comparativos de las realidades de la situación del mercados.

Aunque si somos realmente sinceros, nos daremos cuenta de que realmente, para obtener el menor precio posible para todas aquellos productos y servicios (no básicos), la organización que los explota no debería de ser otra, que aquella que no tuviera como máximo objetivo la maximificación del beneficio, sino el ofrecer los mejores servicios específicos, y no los explotase, sino que los tratase. Basándose no en una economía basada en el capital, sino en una economía basada en los recursos.
Y como no, la unica organización que puede ofrecer estos servicios (con esos objetivos) es aquella en que todos sus componentesinternos y externos, para garantizar la máxima objectividad, así lo acuerden mediante un método Asambleario, en la que cada persona (que no consumidor) tenga un voto por el mismo valor que cualquier otra (y este no varíe en función de su potencialidad o capital acumulado). Así pues, tendríamos una organización legítima, que ofrecería los mejores servicios de todo el mercado, y que se expandiría de una forma imparable. Sin correr el riesgo de los problemas de un monopolio, debido a la interacción de toda la sociedad en dicha organización, que mantendría los precios. Siendo por lo tanto, el único problema el de la baja producción de los trabajadores, que se podría incentivar con las nuevas técnicas y conocimientos adquiridos de la psicología humana, social, y laboral.

Y esta organización es señoras y señores, un Estado, democrático, transparente, libre de corrupción, y propiedad del conjunto de la sociedad civil.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La virtud del autor de poseer de un grado satisfactorio de “sentido común” ayuda, sin lugar a dudas, a facilitar el proceso de contraste de ideas, hecho central en el proceso intelectual que él mismo pretende.

Es capaz de analizar de forma intuitiva la realidad de su entorno y descubrir, quizás sin perseguirlo, que para que un mercado pueda operar de forma eficiente deben cumplirse todas y cada una de las premisas necesarias para que el modelo de competencia perfecta sea válido: Multitud de oferentes y demandantes, homogeneidad del producto, inexistencia de barreras de entrada o salida y transparencia de la información. En el caso expuesto se culpa acertadamente a la falta de la transparencia de la información del comportamiento imperfecto del mercado.

Desde que las ideas de Adam Smith, difundidas hace más de doscientos años, respecto del mercado en el que actúa una mano invisible, y donde se asignan de manera óptima los recursos escasos, es un punto de referencia esencial para la economía moderna. Los desarrollos teóricos de las últimas décadas, permitieron probar rigurosamente los dos teoremas del bienestar (Abba Lerner). Y estos son los que, en mi opinión, reivindican la propuesta smithiana de la mano invisible. En otras palabras, se ha logrado contrastar más allá de toda duda razonable, que, en las condiciones de la competencia perfecta, se obtiene el funcionamiento óptimo del sistema de mercado. Sin embargo, debido a que muchos mercados se alejan, en alguna medida, de las condiciones del modelo ideal de la competencia perfecta, éstos no alcanzan el óptimo en términos de eficiencia. En consecuencia, aparece una diversidad de situaciones que se conocen genéricamente como imperfecciones de mercado.

El objetivo de desarrollar un modelo económico como el de la competencia perfecta, no es el de proporcionar una descripción factual de la realidad económica. Por el contrario, dicho modelo sirve como un marco ideal con respecto al cual se contrastarán diversas realidades económicas. Sin embargo, la importancia del modelo de competencia perfecta se mantiene, debido a que su propósito, como hemos dicho, no es el de describir una realidad existente, sino la de servir para comparar y evaluar los mercados realmente existentes.

Se hace necesaria la apertura de una tercera vía, intermedia entre el estatismo y el liberalismo, que pueda ser, simultáneamente, eficiente en lo económico, democrático en lo político y moderado en los niveles de desigualdad de sus habitantes.

Las tendencias consistentes en el eclecticismo del análisis económico. A diferencia de las posiciones de índole doctrinaria en las cuales, sin importar el contexto y las características específicas del objeto estudiado, la respuesta es invariablemente la misma, la posición ecléctica depende estrechamente de las condiciones prevalecientes. Por un lado, el doctrinarismo liberal implicaría dar por buena la solución de mercado irrestricto, con independencia total del caso en estudio. Es decir, se asegura que cualquier mercado, ya sea preexistente o potencial, funcionará mejor si se deja actuar con total libertad a los agentes privados involucrados. De forma similar, el doctrinarismo marxista al evaluar cualquier situación, plantearía la regulación o intervención gubernamental como el punto de partida y conclusión simultáneos.

Considero que en ninguno de los dos doctrinarismos aludidos se puede encontrar una posición medianamente equilibrada. Es decir, se hace necesario hacer compatible una economía básicamente libre(eficiencia) con un estado capaz de proteger la seguridad interna y externa de sus ciudadanos(justicia), que establezca un sistema jurídico en el cual se cumplan los contratos libremente pactados y que esté dispuesto a llevar al cabo aquellas actividades que el sector privado no encuentre atractivas.

John Cobra dijo...

hay que escribir mas ;-)