lunes, 11 de mayo de 2009

La vida en verdades (relativas)

[El texto que se expone acontinuación, es una reflexión del día 14-VI-2008, adaptada y modificada para hacer mas dácil su comprensión, el día 11-V-2009. Y que se encuentra inacabada.]

Por Daniel Marín Gutiérrez



Me pregunto… ¿Por qué la sociedad se puede desmoronar y prosperar?¿Avanzamos realmente?¿Porque siempre todos los grandes filósofos cuestionan a la sociedad, soñando con un cambio social, del cual son propulsores y sin embargo nunca llegan a la satisfacción?

Siempre a lo largo de la historia, ha habido personas, que se han preocupado por la sociedad, que han visto sus problemas y han planteado soluciones. Personas que han imaginado utopías y que una vez conseguidas, nuevos problemas creados por estas soluciones, hacen imaginar nuevamente, nuevas utopías de las utopías ahora reales.

Porque en realidad, ¿Qué son las utopías… sino, mas que mejoras, para todos los seres humanos?¿Y que es lo que se considera mejora para un ser humano?

Si nos centramos en el individuo en si, como ser que vive en sociedad, en un entorno y en unas condiciones determinadas. Habiéndose criado y vivido en condiciones apartadas de cualquier sociedad inteligente, no necesitaría más cumplir sus necesidades mas básicas, comer, dormir, protegerse… mantenerse con vida en definitiva. Y no caería en las falsas necesidades vitales que tenemos hoy día, ni afectivas, ni reproductivas, ni emocionales, ni materiales, etc. pues todas estas vienen inherentes en la colectividad de los seres humanos, en ese “no-sé-qué” que nos hace tan especiales del resto de animales, es decir, que si no hubiera sociedad, sino individuos, este seria simple animal, pues se entiende que el ser humano es todo aquel ser con capacidades potenciales para ser especial, diferenciándose del resto por el cultivo de esta potencialidad.

Pero ya que el ser humano no está solo y que convive en sociedad, sus necesidades se amplían, su existencia misma se amplía y se extiende, por el simple hecho de conocer la existencia de un ser igual, que en sí, representa un peligro y competencia por un lado, y cooperación y ventajas por otro. Pero debemos recordemos que el ser que vive sin sociedad no es codicioso, y solo teme por su vida, que es al fin y al cabo para el único fin por el que se le ha creado, mantenerla, no para dominar, no para necesitar nada mas que lo justo para su supervivencia.

Por lo que se llega a la conclusión de que el ser humano, se asocia simplemente por pura supervivencia, que no egoísmo, pues en el mismo momento en el que se asocia, se crean primitivas necesidades sociales, y por lo tanto el ser que vivía para vivir, tiene ahora nuevas necesidades que son decisivas y necesarias para su propia supervivencia.

Por lo tanto, ahora el individuo necesita satisfacer mas y nuevas necesidades, que aunque primarias, son inestables, varían, cambian y se transforman. Necesidades que poco a poco darán lugar a toda una red de complicadas necesidades que se deberán satisfacer, conforme a sus propias posibilidades y necesidades.

Que no hablamos de placeres, pues estos vienen dados por evolución, es decir por necesidad de postergarse en la vida. Ya que subsanan una carencia biológica, que es sustituida mediante la adaptación artificial del medio, y cuyos placeres mismos nos indican que es beneficioso para mantenernos un poco de más tiempo con vida.

Todos los animales pues, se ayudan de estas adaptaciones artificiales del medio en mayor o menor grado, al no poseer en su propio organismo de las herramientas, capacidades o cualidades necesarias. Pero en el caso de la especie humana, esto se ve exacerbado, pues se produce un distanciamiento entre lo que realmente es beneficioso para nuestra supervivencia y lo que los sentidos nos dicen que es bueno para la misma. Esto es, que nuestros propios avances nos llevan a engañarnos a nosotros mismos (por ejemplo dotando de sabores artificiales a alimentos. Sabores que pertenecen a ciertos nutrientes útiles para el cuerpo humano). ¡Y es que esto no es todo! Pues además, la evolución no varía tan rápidamente como evolucionan las costumbres ni la cultura. Por lo que lo que es beneficioso para cierta época en la gran y corta historia del ser humano, no lo es para el ciudadano actual, pues ha visto modificadas sus conductas, y estas ya no se ven correlativas con las adaptaciones naturales de su propio organismo.


...

14-VI-2008 /adaptado 11-V-2009


3 comentarios:

Anónimo dijo...

El ser humano es infeliz por naturaleza. Por más que avancen los medios técnicos, seguiran haciendose preguntas sobre el ritmo de la evolución humana en comparación a la evolución de los medios.
Todo se basa, por x razones, en la lucha constante de la supervivencia del más fuerte, como explica nuestro amigo Darwin, mientras tengamos nuestras necesidades primarias cubiertas el resto no importa,pero somos ambiciosos, queremos más, ¿egoísmo?

Anónimo dijo...

"No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita."

La sociedad se encarga de buscar necesidades que el ser humano quiere, para tratar de venderlas.

De este modo surjen los productos y servicios del mercado a los que nosotros tratamos de aspirar comprándolos si podemos.

Sietedebastos dijo...

una eutopia de una distopia, convierte a la precedente en distopia. Algun dia, todos nosotros, eutopicos, no seremos mas que distopicos sobre quienes orinaran nuevas generaciones.